viernes, 29 de septiembre de 2017

Berlín Marathon 2017

Hola a todos,

en el momento de escribir estas líneas todavía tengo la sonrisa puesta por lo acontecido en la Maratón de Berlín. Para los que no tengáis mucho tiempo para leer toda la entrada (promete ser larga), resumiré diciendo que mi marca final fue de 2h 49min 56seg, cumpliendo el objetivo marcado, disfrutando mucho de la carrera y, lo más importante, recuperando la sensación de controlar la distancia, lo que no me pasaba desde que fui diagnosticado de la Diabetes.

Creo que se nota que estaba contento con el resultado :-)

En esta ocasión, mi hermana me ha acompañado en este fin de semana de maratón, siendo pieza clave en la consecución del objetivo, ya vereís porque. El viaje comenzaba el Viernes con un madrugón importante para coger el avión que debía llevarnos hasta Berlín, así que me pasé la mayor parte del vuelo durmiendo. Nada más aterrizar, directos a la feria del corredor para dejar resuelta esa tarea cuanto antes. Aunque la feria es enorme, me centro en recoger el dorsal y salir cuanto antes de allí, ya que tenemos hora reservada para visitar la cúpula del edificio del Bundestag (sede del parlamento alemán) y vamos algo pillados de tiempo.

Ya sólo queda ponerse a correr

Lástima que no se pudo hacer reserva para ver el edificio completo, completamente agotado desde hace meses, aunque ver sólo la cúpula también merece la pena. Después del Bundestag, paso rápido por el hotel para dejar la mochila y comer algo antes de realizar durante la tarde un "free tour" del Tercer Reich. Por la noche, empieza la carga de hidratos en un buffet italiano a base de pizza y pasta.

El sábado amanezco pronto (el cuerpo ya tiene horarios cogidos) y decido salir a realizar un pequeño rodaje. Apenas 30 minutos que sirvieron para certificar que las piernas estaban frescas para la carrera del Domingo. El resto de la mañana la dedicamos a visitar el campo de concentración de Sachsenhausen, el cual está muy cerca de Berlín (1h15min aproximadamente en transporte público) A la hora de la comida nueva carga de hidratos, esta vez con una lasaña, y vuelta al hotel para una siesta.

"Arbeit Macht Frei" o "el trabajo libera", mensaje en la puerta de entrada del campo de concentración

El resto de la tarde la paso tranquilamente en el hotel descansando y esperando la hora de la cena. Hemos quedado todos los amigos que corremos la maratón en un restaurante italiano cercano al hotel para la última carga de hidratos. Entre platos de pasta, pizzas, risas y nervios pasamos un buen rato olvidando un poco lo que nos espera al día siguiente. El BMTest postcena es de 210, algo alto pero como sigo con la idea de no desayunar antes de la carrera, pienso que puede ser bueno.

El día de la maratón siempre cuesta conciliar el sueño, así que aunque tengo el despertador puesto a las 7am, una hora antes ya estoy dando vueltas, por lo que decido ir a tomar un café. Hago BMTest por si es necesario comer algo, pero mi sorpresa es que estoy en 252 mg/dl. Quedan casi tres horas para la hora de la salida, por lo que hay tiempo para estabilizarlo. Me pincho dos unidades de insulina y quedo pendiente de la monitorización continua que llevo en el smartwatch.

Una hora después, de camino a la zona de salida veo que la glucosa está cayendo en picado (85) y me tomo un plátano. El día pinta espectacular para correr, está nublado, no hay apenas viento y la temperatura ronda los 10-12º.

Foto de equipo antes de la salida

Como siempre, antes de entregar la mochila en el ropero, último BMTest. Quedan 45' para la salida y estoy en 131, lo cual está muy bien, sobre todo teniendo en cuenta como ha ido la mañana. Además confirmo con el smartwatch que la tendencia es ligeramente descendente, por lo que estoy en unos valores ideales para afrontar la maratón.

Estamos dentro del Tiergarten, el gran parque que se encuentra en el centro de Berlín, así que hay espacio para realizar un pequeño calentamiento antes de llegar a la zona de cajones. En esta carrera estoy situado en el cajón "B" (para tiempos entre 2h40 y 2h50), así que decido colocarme en la parte trasera del mismo, aun sabiendo que los del "C" me pasaran como aviones. No hay prisa, la carrera es larga y pone a cada uno en su sitio.

La estrategia marcada por el mister es sencilla, aguantar hasta el km30 en un ritmo que no suba demasiado las pulsaciones, y a partir de ahí, soltar cadenas y dar todo lo que quede en el deposito. Para el control de la glucosa, la idea es ir midiendo cada 5km con el smartwatch y decidir en ese momento si tomar suplementación o no. Llevo conmigo 2 geles y 1 glucup. Además, he dejado a mi hermana un par de bolsas con 1 gel y 1 gluc up cada una, para que me las de en los km20 y 30 aprox. También le he dejado un boli de insulina, por si la glucosa se dispara y fuera necesario.

Estoy tan concentrado en el momento de la salida que ni veo la espectacular suelta de globos que realiza la organización. La salida se realiza en una calle anchísima, en la que se corre en línea recta durante casi 3 kilómetros antes de realizar el primer giro. Con esta situación es fácil controlar el ritmo para no excederse en estos primeros instantes de la carrera. Empieza una lluvia muy ligera que incluso se agradece.

KM5. 20:28 (4:05 min/km). Glucemia 128. Como en todas las Major, los avituallamientos están muy bien. Hay varias mesas con agua, te y cubos con agua para los que llevan esponja. En algunos momentos la intensidad de la lluvia aumenta e incomoda, pero son pequeños chaparrones. Sigo manteniendo un ritmo cercano a 4:00 min/km y controlando que el pulso no suba demasiado. Tengo ganas de orinar y eso que lo he hecho hasta dos veces antes de la salida.

KM10. 40:41 (20:13 - 4:02 min/km el split). Glucemia 133. El nivel de glucosa es bueno, pero el gráfico me indica que está descendiendo, así que en el avituallamiento del km12.5 me tomo el primer gel. Estoy yendo muy cómodo y pienso en acelerar algo más el ritmo, pero pensar en la bronca del mister si luego se complica la carrera me hace mantenerme centrado en el ritmo actual. Justo antes del km15 no aguanto más y paro en uno de los inodoros portátiles que hay durante el recorrido.

KM15. 1:01:23 (20:42 - 4:08 min/km el split). Glucemia 122. El gráfico apunta hacia arriba, así que no tomo nada. Ha dejado de llover y el día se mantiene nublado, por lo que las condiciones siguen siendo perfectas. Sigo bebiendo agua en todos los avituallamientos, ya que se percibe que la humedad es alta. Aunque hay muchísima gente en las calles, no he visto muchos puntos de animación de la organización. Eso sí, en los pocos que hay no puedo evitar "bailar" al ritmo de la música.

KM20. 1:21:39 (20:16 - 4:03 min/km el split). Glucemia 134. Poco antes del paso de la media maratón veo a mi hermana por primera vez. La he dejado una bufanda azul de los Fuenlabrada Blues para reconocerla rápidamente y desde lejos veo como la agita y me grita. Me entrega la primera bolsa de avituallamiento, mientras le digo que voy genial y le lanzo unos besos.

¡¡¡Muchas gracias María!!!

Paso la media en 1h26 y en mi cabeza ya empieza a rondar la idea de intentar bajar de 2h50. Creo que voy bastante fresco de piernas y con el azúcar bastante controlado como para intentarlo. Sin embargo, esto es una maratón y hasta el km42 no se puede cantar victoria.

KM25. 1:41:59 (20:20 - 4:04 min/km el split). Glucemia 119. El gráfico está bajando mucho ahora, así que es momento del segundo gel. En este punto de la carrera, ya he dejado de estar pendiente de las pulsaciones, pero mantengo el ritmo de carrera cercano a 4'/km. Empiezo a adelantar algunos corredores, lo que siempre viene muy bien para la moral.

KM30. 2:02:07 (20:08 - 4:02 min/km el split). Glucemia 95. Un gel no ha sido suficiente para remontar la bajada del azúcar, así que recurro al tercero y último que me queda en el bolsillo (siempre queda el GlucUp de emergencia ;-) ) En este tramo vuelve a estar mi hermana para hacerme entrega del segundo kit de avituallamiento. De nuevo, le doy las gracias y le hago ver que todo va OK. Subo el ritmo para saber como estoy realmente de cara al tramo final y compruebo que el 2h50 está al alcance. Ahora ya sí se empieza a notar la animación que echaba en falta al principio, practicamente cada kilómetro hay algo (batucadas, DJ con animadoras, grupos de música)

KM35. 2:22:00 (19:53 - 3:58 min/km el split). Glucemia 89. Se ha puesto la glucosa rebelde y no quiere terminar de subir, por lo que en esta ocasión recurro a un GlucUp, en lugar de otro gel, pensando que hará más efecto. En cuanto al ritmo de carrera, ya voy sin freno (el km36 lo marco a 3:42), adelantando muchísima gente y recibiendo los ánimos del público. Que buena idea ponerse el nombre en la camiseta :-)

Un chupito de glucosa para afrontar los últimos kilómetros

KM40. 2:41:44 (19:44 - 3:56 min/km el split). Glucemia 98. Me acuerdo de las palabras de mi amigo Álvaro, "preparate para cuando gires en Unter den Linden y veas la puerta de Brandemburgo". No le falta razón, la fotografía es espectacular. Poco antes de cruzar bajo la puerta escucho las voces de mi hermana y de Ester, levanto el puño y celebro con rabia. A lo lejos se ve la meta y la opción del 2h50 sigue siendo posible, así que esprinto hasta el final, consiguiendo el objetivo por pocos segundos.

Cuadro resumen Berlin Marathon 2017

Recogo mi medalla algo emocionado, después de dos buenas lecciones en New York y Londres, he conseguido dominar yo a la maratón y no ella a mi. Además, creo que he gestionado mi diabetes de forma correcta para mantener el nivel de glucosa en unos valores muy buenos durante toda la carrera. Comentaba en mi anterior entrada, que esta maratón debía servirme de punto de inflexión y así ha sido. Ya no veo tan imposible el volver a bajar de 2h45min.

De camino al ropero me encuentro con Álvaro, que para esta maratón ha tenido una preparación más corta de lo normal debido a fuertes molestias en la espalda en los meses de Junio y Julio. Ya nos conocemos bastante y no necesito que me diga como le ha ido, se ve que está muy contento, y no es para menos ya que se ha marcado un tiempazo de 2h 44min 33seg. Salimos rápido del recinto para encontrarnos con las chicas y partir al hotel para una merecida ducha. De camino, vamos recibiendo noticias del resto de amigos y comprobamos que a todos les ha ido bastante bien.


Recuperación post-maratón: codillo y cervezas

Quiero agradeceros a todos el apoyo que recibo de forma permanente, aún me duelen los dedos de contestar mensajes de WhatsApp tras la carrera, pero permitidme que particularice en unas cuantas personas de forma especial.
En primer lugar, a mi hermana, que hizo su particular maratón por el metro y las calles de Berlín para estar a tiempo en los puntos fijados para avituallarme. No es una tarea nada fácil y ella cumplió como una campeona.
A los amigos que también estuvieron corriendo la maratón de Berlin y que han hecho que el fin de semana haya sido un no parar de risas.
A mi entrenador, al que no hago todo el caso que debería, pero que siempre ha confiado en mis posibilidades y me hace mejor corredor cada entrenamiento.

Ahora toca recuperarse y empezar a pensar en próximos objetivos. Uno de ellos me hace especial ilusión, pero todavía no puedo confirmar nada. Espero poder contároslo pronto.

Un abrazo grande a todos,

2 comentarios:

  1. Enhorabuena Jaime, merecidísimo y celebradísimo!!!

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  2. Enhorabuena campeón!!! Eres todo un ejemplo...menudo tiempazo. Un abrazo desde Palencia.

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